miércoles, 30 de abril de 2014

T R A N S V U L C A N I A

 
Un paseo por la Palma, por Lander Fraile.
 


La verdad es que la transvulcania tenía mucho que ver en la decisión de ir de vacaciones a la isla de La Palma, en lugar de cualquier otra isla canaria. Es un recorrido que le tenía ganas después de ver imágenes de mi hermana en la carrera del año pasado, así que era buena excusa para acercarnos por allí.


En un primer momento la idea era hacer el recorrido en dos etapas, pero según fueron acercándose los días, el calentamiento fue en aumento y la única opción final fue hacerla en una sola etapa.


 
Una vez en la isla, se divisan las montañas, pero no parecen tanto a primera vista. La idea mía era hacerla el 4º día, así que los previos a descansar al solecito...., y tanto sol que dos días antes me quemé los hombros. Mi preocupación en ese momento era como iba a llevar la mochila durante tantas horas si ni siquiera casi podía ponerme la camiseta. Menos mal que, tras asesorarme mi compi de viaje, una buena crema de Aloe Vera logró calmar mucho el dolor.



TRANSVULCANIA: Nos levantamos a las 04:45 con la intención de salir a las 06:00 horas del faro de fuencaliente; al final entre nervios, estiramientos, ... me puse en marcha a las 06:20, tres minutos después de otros dos corredores que empezaron la ruta corriendo. Ya que íbamos con el frontal puesto, les iba viendo a lo lejos. Nada más empezar me empezó a gotear el camel-back, así que a parar e intentar solucionarlo, pero sin mucho éxito ya que siguió dando guerra.
 
 
El principio es todo subida, con terreno bastante arenoso, aunque no se hace desagradable, y la temperatura era llevadera; iba en pantalones cortos con la nueva camiseta verde del club y la xira verde, además de los bastones. Tras hora y media conseguí juntarme con los dos corredores que habían salido un poco antes que yo, eran dos canarios que iban a hacer hasta el refugio de el Pilar (25km). Ya subiendo hacia "las deseadas" por el km 15, y a unos 1700 m de altitud, se puso a llover y pegaba mucho el viento, con lo que nos quedamos helados de frío. Aquí el terreno era bastante mas arenoso que en la salida y costaba mucho avanzar. Una vez coronado el pico, vinieron bien unos kilómetros de bajada hasta el Pilar para ir calentando las manos. Los dos chicos me abandonaron en ese punto, no sin mandarme recuerdos para Samu Arroyo, que es muy conocido por estas islas.

 
Yo seguí mi ruta, y mi miedo era si volvería a pasar el mismo frío en la caldera de Taburiente. Sin pensarlo mucho, seguí para adelante, pero no estaba muy motivado. Me costaba correr en llano, así que fui mucho rato andando a ritmo ligero. Aquí me acordé que llevaba un Ibuprofeno que un buen día, en la Ehun Milak, escuche a Aitor Leal que esta medicina le ayudó a levantar la cabeza así que hice lo mismo. Pues no sé si por ello, por unos geles, o que pero me vine un poco arriba y empecé a correr. Cuando ya llegué al km. 35 vuelta empezaba otra vez la segunda subida que siempre en ligera ascensión se alarga hasta el km.58. En esta segunda parte, sin embargo, no hubo problemas climatológicos y se podía ir a gusto, aunque seguía con la xira puesta, por cierto, con muy buen resultado y comodidad.
 
Mi cabeza iba dando muchas vueltas, pero mi objetivo único era acabar el recorrido por completo, ya que de no ser así, necesitar ayuda en esa zona es más una faena para quien te acompaña. No merecía mucho la pena forzar demasiado, así que con calma y a disfrutar. Por el km. 52 mis tripas empiezan a revolverse así que a clavar un pino entre los arbustos y solucionado.


 
Fue bastante emocionante llegar al punto más alto, "Roque de los muchachos". De líquidos iba un poco justo así que a suministrarse lo mejor que podía, ya que no hay fuentes durante el recorrido. Una vez allí, tocaban 18km de bajada, que ya me habían avisado que se hace larga y dura. Los primeros kilómetros de bajada son cómodos, para poder correr a gusto, pero poco a poco el terreno va cambiando y empiezan a aparecer piedras y rocas donde aminoras la velocidad muchísimo y las plantas de los pies ya van muy castigadas. La última parte desde el mirador del Time hasta el Puerto Tazacorte es un infierno de bajada.
 
Una vez llegado al Puerto, tuve que ir a un Kiosko o taberna y pedir que me dieran agua ya que estaba "seco". Eran ya las 20:00 de la tarde y empezaba a ir escondiéndose el sol. Me faltaban los últimos kilómetros para llegar a los Llanos de Aridane. En esta última parte el recorrido no estaba igual de marcado y tras preguntar a la gente de allí me indicaron como ir. Tuve que encender de nuevo el frontal y seguir por un camino complicado a esas horas del día, así que faltando un kilómetro para llegar al pueblo me equivoqué en algún punto y tras el agobio pasado en ese momento, decidí llamar a mi pareja para que viniera en mi ayuda y dar por finiquitado la caminata. No soy una persona que me gusta dejar las cosas a medias, y con las carreras parecido, prefería tardar las 15 horas que estuve a no poder acabarla por querer llegar en 12 horas.


Una vez en frío deciros que ha sido una buena experiencia, y ojala un día pueda volver a repetirla, aunque si es en carrera mejor; de hecho, ya le ando calentando la oreja a mi amigo Peio. Creo que es un buen plan para poder compaginarlo con unas vacaciones. El recorrido es un GR muy bien marcado.


 

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